Estrés laboral en conductores de camión
El estrés laboral es algo que puede darse en todo tipo de profesiones. Sin embargo, las condiciones actuales de trabajo de los conductores de camión, sobre todo de aquellos que se dedican a las rutas de larga distancia, hacen que padecer este trastorno sea algo frecuente en esta profesión.
En este artículo, trataremos qué es el estrés laboral, síntomas, causa más comunes y como tratarlo para mejorar tu día a día en el trabajo.
¿Qué es el estrés laboral crónico?
El estrés laboral es la reacción que puede tener un individuo ante exigencias y presiones laborales que no se ajustan a sus conocimientos o capacidades y en situaciones en las que se dan unas circunstancias psicosociales adversas, lo que pone a prueba su capacidad de afrontar la situación.
La situación de estrés en el trabajo se agrava cuando el empleado siente que no recibe suficiente apoyo de sus supervisores y compañeros y cuando tiene un control limitado sobre su trabajo o la forma en que puede hacer frente a las exigencias del mismo.
Pero, ¿cuál es la diferencia entre sentir presión o enfrentarse a retos laborales y sufrir estrés?
Un cierto nivel de presión o reto para el empleado puede ser aceptable y motivante, pero si dicha presión se vuelve excesiva o difícil de controlar, se convierte en estrés.
En el caso de los conductores de camión, las exigencias son continuas: el tiempo de llegada, retrasos en la carga y descarga, los tiempos de descanso, horarios, turnos, etc.
A esto se le suma la presencia frecuente de factores externos que empeoran el control de su trabajo como el estado del tráfico, las inclemencias meteorológicas, accidentes, factores humanos, el trabajo en soledad y sobre todo, la exposición a ser víctimas de robos.
¿Cuáles son las consecuencias del estrés laboral?
El estrés laboral crónico se puede definir como “una relación particular que se establece entre el sujeto y el entorno que es evaluada por éste como amenazante y desbordante”.
Cuando la persona se percibe totalmente agotada, exhausta y desbordada, como consecuencia de un proceso de desgaste, es cuando podemos empezar a hablar de burnout o síndrome del trabajador quemado.
El desgaste profesional hace también referencia al proceso de pérdida lenta, pero considerable, del compromiso y la implicación personal en la tarea que se realiza.
Un trabajador estresado suele ser más enfermizo, estar poco motivado, ser menos productivo y tener menos seguridad laboral. Además, en el caso de los transportistas, padecer estrés supone un aumento de la peligrosidad y del riesgo de sufrir accidentes de tráfico.
En las consultas observamos la repercusión personal, familiar y social de la gran presión emocional a la que están sometidos.
En cuanto a las consecuencias del estrés laboral en la salud, cabe destacar que, cuando existe una exposición mantenida a estímulos estresores, el organismo produce una serie de reacciones fisiológicas que suponen la activación del sistema nervioso.
Estos son algunos ejemplos de las alteraciones que puede provocar el estrés laboral:
- Inmunodepresión y enfermedades autoinmunes.
- Afecciones cardiovasculares como la hipertensión, dolor precordial, aumento de la incidencia de infarto de miocardio…
- Alteraciones digestivas y respiratorias como la hiperventilación, la tos o el asma.
- Afecciones cutáneas como sequedad, prurito, dermatitis y erupciones.
- Trastornos musculoesqueléticos que van desde la tensión y dolor muscular al reuma.
- Trastornos neurológicos como dolor de cabeza, temblores, trastornos del sueño…
- Trastornos ginecológicos como irregularidades en la menstruación, amenorrea, dismenorrea, etc.
- Trastornos psíquicos como ansiedad, depresión…
Causas comunes del estrés laboral: las 9 causas mas comunes
El estrés en el trabajo puede venir provocado por una gran variedad de factores.
Estos son los factores más comunes que causan estrés en el trabajo:
- Un puesto inadecuado: que implique tareas desagradables, monótonas o aburridas.
- Exceso o falta de trabajo: con plazos muy estrictos.
- Malos horarios: inflexibles, turnos impredecibles, jornadas muy largas…
- Falta de control: sobre la metodología de trabajo, el entorno, los horarios, el ritmo… y falta de participación en la toma de decisiones,.
- Inseguridad laboral: esto ocurre cuando se cuenta con una cualificación y capacidades excesivas o insuficientes para el puesto que se desempeña.
- Mal ambiente laboral o aislamiento: esto se produce cuando no hay buena relación con los compañeros, la supervisión es inadecuada o si, por el contrario, se trabaja mucho tiempo en soledad y sin contacto con otras personas.
- Mala comunicación: los objetivos y la estructura de la empresa no están claros y el liderazgo no se lleva a cabo adecuadamente.
- Falta de conciliación: dificultad para encontrar un equilibrio entre la vida personal y la laboral. También puede ocurrir que existan exigencias en ambos ámbitos que sean contrapuestas.
¿Cuáles son los síntomas del estrés laboral?
Existe evidencia científica sólida que demuestra cómo el estrés laboral tiene consecuencias tanto sobre la salud y el bienestar de las personas como sobre el desarrollo de su trabajo.
Estos son los síntomas del estrés laboral:
- Estar cada vez más irritable o angustiado.
- Tener dificultades para pensar o tomar decisiones.
- Ser incapaz de relajarse o concentrarse.
- Disfrutar cada vez menos con el trabajo.
- Sentirse cansado, deprimido o intranquilo.
- Tener dificultades para dormir.
Por tanto, los efectos del estrés sobre la salud se dan tanto a nivel físico, psíquico y social.
Las 3 fases del estrés laboral
Este trastorno se desarrolla de manera gradual y si no se trata, puede acabar derivando en otros trastornos como la ansiedad o la depresión. Estas son las 3 fases en las que se presenta el estrés laboral:
Fase de alarma
Nuestro organismo empieza a liberar cortisol, adrenalina y otras hormonas que pueden provocar taquicardias e hiperventilación, mayor presión arterial y ansiedad.
Fase de resistencia
El estrés se prolonga en el tiempo, lo que hace que nuestro organismo pase a un estado de resistencia activa frente al estrés para evitar el agotamiento. Cuando nuestro cuerpo se estabiliza, los síntomas se reducen.
Fase de agotamiento
Nuestro estado de estrés ya es tan intenso que el organismo no puede resistirlo, por lo que nuestro cuerpo colapsa. Es entonces cuando podemos sufrir serias afectaciones tanto físicas como emocionales, pudiendo incluso llegar a desarrollar enfermedades mentales o físicas.
Cómo tratar o evitar el estrés laboral
La mejor forma de prevenir el estrés laboral es una buena gestión y una organización adecuada del trabajo. Cuanto más se ajusten los conocimientos y las capacidades de las personas a la labor que desempeñan, menor estrés sufrirán.
Por otra parte, cuanto mayor sea el apoyo que el empleado reciba de sus compañeros y supervisores, será menos probable que sufra estrés laboral.
Asimismo, cuanto mayor sea el control que el individuo ejerce sobre su trabajo y la forma en que prefiere desempeñarlo, mejor.
Si un empleado sufre estrés, su jefe debería ser consciente de ello y saber cómo ayudarle.
Las actividades encaminadas a la prevención del estrés en el trabajo incluyen intervenciones en la organización y el individuo. El enfoque recomendado consiste en evaluar cualquier posible riesgo presente en el trabajo. En este sentido existen estrategias para determinar la existencia de riesgo:
- Preguntando de forma directa a los empleados acerca de los problemas a los que se enfrentan en su trabajo y si estos pueden afectar a su salud.
- Pedir a los empleados que definan los tres aspectos más positivos y negativos de su trabajo, así como preguntar si consideran que alguno de ellos les somete a demasiada presión.
De hecho, la prevención del estrés laboral comienza en el proceso de diseño de la misma organización. La estructura y la cultura presente en la empresa desde su nacimiento son piezas clave para el control del estrés laboral.
Medidas a nivel organizativo para evitar evitar el estrés laboral
Entre las principales medidas que se pueden adoptar a nivel organizativo están:
- La definición adecuada de los puestos de trabajo.
- El rediseño de la metodología de trabajo, mediante el enriquecimiento de puestos, ampliación de tareas, creación de grupos de trabajo, etc.
- La organización de la jornada laboral, incluyendo turnos, descansos y pausas.
- Realización de una adecuada política de personal, que tenga en cuenta las demandas y necesidades de los trabajadores y que les dote de los recursos adecuados mediante programas de planificación de carreras, de formación continua, etc.
- Estilo de dirección y liderazgo que permitan la participación de los trabajadores, proporcione feedback adecuado sobre el desempeño y sea motivador.
- Diseño de canales de comunicación adecuados.
Complementariamente a las actuaciones anteriores, se puede ayudar a los trabajadores mediante la ampliación y mejora de las estrategias individuales de gestión del estrés, especialmente en los casos en los que es difícil aplicar determinadas medidas organizativas.
Se trata de ampliar y mejorar mediante la formación los recursos personales de los trabajadores para afrontar las situaciones cotidianas, reduciendo así el desequilibrio que producen la situaciones de estrés.
En el caso de los conductores de camión, sienten poco control de su trabajo cuando no les dejan descargar al tiempo de soportar la presión de los tiempos.
Es fundamental un apoyo y la comunicación de calidad con el gestor de transporte, compañeros y superiores. Mejorar la seguridad es imprescindible, así como detectar precozmente el malestar físico y psicológico para evitar las consecuencias del estrés laboral.
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